"No contenta con una cucharada de azúcar,
añado una más.
Cómo amamos endulzar lo que de por si es agrio,
pretendiendo después auto.engañarnos de su gusto
Encontrar calma con el temblor del cafeinómano
hace del pulso la controversia de la arritmia.
Pero no importa...¿no es así?
A los dos terrones de dulzor
se le suma la humareda negra
bajo la triste luz de una única bombilla
y la penumbra de un par de ojos cansados.
La autodestrucción de los pequeños placeres
tornan la realidad en ilusoria pero...
Cuán dulce es la amarga realidad
que se torna en la espiral bizarra de ese engaño
Mátame lentamente
pero dame esos cinco minutos de tabaco
Enérvame hasta que cada arteria de mi cuerpo se dilate
pero dame el café cada mañana
Agótame y no permitas que descanse
pero dame cada noche ese momento de creación
Multiplicando las columnas del haber y deber
las horas me restan sueños.
No voy a temer a una ruleta rusa
cuya matanza se destina a paralizar mi diestra cerebral
No temeré al rifle que me apunta para dejarme coja
cuando lo único que hago es correr hacia la persona que fui al nacer
No temeré a un final inexistente
No mientras siga removiendo esta taza de café
No temeré a mi realidad mas tampoco dejaré que me domine "
